Cuando Cuba alcanzó la independencia de España en 199, tras la Guerra hispano norteamericana, era más rica que la metrópoli e incluso que Italia, lo que demuestra que no es verdad que los países colonialistas esquilmaban a las colonias, y actualmente es más pobre que la República Dominicana.
Tras la toma del poder por parte de Fidel Castro marcharon 300.000 españoles, en su mayoría gallegos y asturianos, que fueron expropiados y a los que todavía no se les ha indemnizado. Primero les dijeron que les pagarían en sanitarios y cuando vino Fidel a España, que lo harían en caramelos. Ni lo uno ni lo otro. En el reciente viaje de Margallo a Cuba, éste le perdonó a Castro parte de esa deuda. ¿Puede perdonar un ministro la deuda del gobierno cubano no al estado español sino a unos particulares?
Durante la larga dictadura de los Castro, se produjero tres millones de exiliados para una isla que hoy cuenta once millones de supervivientes, entre presos políticos y carceleros.
Incapaz de producir algo, no hay ni azúcar ni industria y sus únicos ingresos provienen de la prostitución infantil y juvenil y del blanqueo del dinero procedente del narcotráfico. En cambio, los exiliados que se marcharon a Florida han levantado un imperio de prosperidad.
Desde el año 1959 Fidel Castro se convirtió en el paladín de la causa comunista en el planeta. Su verdadero leit motiv era ése y no la transformación del país.
Su sueño consistía en que en cada rincón del mundo un pequeño grupo de guerrilleros armados desatara una revolución antiimperialista, anti yanqui y anticapitalista que repitiera su triunfo político. Organizó movimientos guerrilleros en diversos países, financiados con el narcotráfico, pues Cuba era y es la plataforma desde donde se gestiona el tráfico de droga desde los Andes hasta EE UU, con ramificaciones para África y Oriente Medio. Su narcisismo le impulsaba a imitar a Bolívar, Napoleón, Alejandro Magno para triunfar a escala planetaria.
Durante más de 15 años envió miles de soldados cubanos a las guerras de Angola y Etiopía, cuyas bajas en combate superarían probablemente las de las dos guerras de independencia que tuvo Cuba en el siglo XIX.
Apoyó a todos los enemigos de España incluyendo a los pistoleros de ETA y les daba protección.
Ante la disolución de la Unión Soviética y total descrédito del marxismo como referencia teórica, Castro reaccionó como Corea del Norte, no cediendo un milímetro de poder y no permitiendo la mínima apertura.
Nada de esto conmueve a gran parte de la izquierda en España ni tampoco a Europa, sobre todo a Francia y Alemania, a las que recientemente se ha sumado Obama, el Vaticano y el propio Mariano Rajoy.
¿Cómo se explica que Castro todavía sea bien visto por la izquierda de muchos países y por algunos líderes de la derecha si ni política ni económicamente nadie cree que pueda ser un ejemplo de nada?
Con el fallecimiento de Fidel nada ha cambiado en Cuba. Así son las monarquías comunistas, a Castro I le sucedió Castro II y a éste, otro Fidel, Fidel Díaz-Canel
Enrique Gómez Gonzalvo, 26-08-2018 (Referencia 92)
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