El día 30 de mayo pasado Pedro Sánchez presentó una moción de censura contra el Presidente de Gobierno Mariano Rajoy. Se dijo que el motivo era la corrupción del Partido Popular, el llamado caso Gürtel. Esto no es verdad. El verdadero motivo fue la ambición de Pedro Sánchez, su deseo de ser Presidente del Gobierno sin pasar por las urnas. Pensó y pensó bien que puesto que Rajoy no poseía el número suficiente de diputados, él podría ganar una moción de censura aunque tuviera que prometer todo lo que hiciera falta a los diversos grupos parlamentarios, incluyendo separatistas, extrema izquierda, amigos de la ETA y, después, una vez investido presidente, ya vería.
No es que el caso Gürtel no sea un asunto grave, pues no se trata de un asunto aislado, sino de una trama para la financiación irregular del Partido popular en Valencia y en Madrid, pero es exactamente igual a lo que hizo el PSOE cuando alcanzó el poder. José María Sala, el tesorero del PSOE fue encarcelado por montar las sociedades FILESA, MALESA Y TIN SPORT para financiar el partido, es decir, para robar para el partido. El mecanismo ha sido siempre el mismo: yo te doy una contrata de recogida de basuras o para hacer un polideportivo y a cambio me pagas unas facturas de la campaña electoral.
El PSOE, por lo tanto, no puede acusar de corrupción al PP, pues la suya ha sido anterior y los tiempos de Felipe González fueron la época de mayor corrupción en toda la historia de España, pero han pasado 20 años y los datos no se recuerdan. Además de robar mas que nadie mataron a 28 personas, unos eran etarras y otro no, fueron “errores”.
Todo comenzó con el atraco a RUMASA el 23 de febrero del 83 para repartirla entre los amigos. Gustavo Bueno, el amigo de Felipe González de Venezuela, adquirió Galerías Preciados y la vendió rápidamente con un sustancioso beneficio. Después vinieron Roldán, Palomino, la Cruz Roja, el BOE, el Banco de España, la Bolsa, la Comisión nacional del mercado de valores, las Torres KIO, etc.
Nadie ha superado en corrupción a la Junta de Andalucía con 855 millones de euros desaparecidos de las arcas públicas y casi 500 imputados por este motivo, entre ellos los ex presidentes Manuel Chávez y Juan Antonio Griñán.
Tampoco puede hablar de corrupción el partido de Jordi Pujol: 1.800 millones de euros según estimó en 2014 el ministerio del Interior y hasta 3.000 millones según los últimos cálculos.
Todos partidos políticos fueron los responsables del tremendo agujero que las Cajas de ahorro provocaron en la economía española durante la pasada crisis económica. Sus dirigentes, políticos y sindicalistas, mangonearon en ellas, financiaron todo tipo de disparates autonómicos, se repartieron sueldos de escándalo, mintieron sobre la crisis económica y hundieron a las entidades a cambio de salvar los negocios de los benefactores de sus partidos, a la cabeza de ellos estaba el Partido socialista.
El Partido Popular, no es que haya robado más, pero lo parece y todos los directivos desde Aznar para abajo recibieron sobres excepto Esperanza Aguirre y Gallardón. A José María Aznar nadie lo ha citado nunca en ningún caso de corrupción y a Esperanza Aguirre tampoco. Dimitió, no porque se hubiera llevado algo sino porque fue la responsable política del nombramiento de los responsables del caso Gürtel.
Enrique Gómez Gonzalvo 31-07-2018 Referencia 318