
Juan XXIII procedía de una familia campesina de 3 hermanos. Aspecto bondadoso, talante humano, simpático, con dotes de comunicación, no exento a veces de cierta socarronería, con la convicción de ser “uno de vosotros” cuando se dirigía a interlocutores pobres. Austero, excelente diplomático.
Fue papa de 1958 a 1963. Falleció a los 82 años de cáncer de estómago. Se le ha llamado “el Papa bueno”. Contrastaba con el hieratismo de su antecesor Pío XII. Lo más importante de su pontificado fue la convocatoria del Concilio Vaticano II.
Normalmente los concilios tienen lugar cuando hay un grave problema, una crisis fuerte en el seno de la Iglesia o una herejía y concluyen con el cierre de filas y con una mayor rigidez en la disciplina eclesiástica.
El Concilio de Trento en el siglo XVI que puso fin a los excesos del clero renacentista, estableció rígidas normas de disciplina para los sacerdotes y religiosos, reguló la celebración de los sacramentos y frenó el avance del protestantismo.
Pío IX convocó el Concilio Vaticano I, que fortaleció la autoridad universal del Papa con el dogma de la Infalibilidad en materia religiosa y ética y fijó de forma definitiva el culto mariano con el dogma de la Inmaculada Concepción.
En los años 60, el principal problema para la Iglesia y para la Civilización Occidental era el comunismo. Eran los años de la Guerra Fría. Se pensaba que Kruschef, que había obtenido grandes éxitos en el área espacial, podía adelantar económicamente a los EE UU, que se iban a entrampar en la guerra del Vietnam. Cuba amenazaba con sus misiles la costa este de EE UU.
El Papa convocó el concilio para conseguir la modernización de la Iglesia y acercarla al mundo d los años sesenta. Pero en lugar de condenar el comunismo como sus predecesores y sus sucesores, especialmente Juan Pablo II, estableció un pacto con Moscú, el pacto de Metz, por el que la Santa Sede se comprometió a no condenar el comunismo. Seguramente pensaba que el comunismo triunfaría y que se crearía en Europa una situación parecida a la que hubo tras la caída del Imperio Romano,
Fue éste un tremendo error porque este acercamiento permitió a la Unión Soviética el asalto a la Iglesia sudamericana, mediante la Teología de la liberación. Dicha teología, cuyos antecedentes son los curas obreros franceses, consiste fundamentalmente en admitir que es lícita la violencia para combatir las desigualdades económicas en los países pobres, es decir, que justifica el terrorismo. Por eso hubo curas, como en el gobierno sandinista de Nicaragua, que eran ministros de un gobierno comunista y que celebraban misa con pistola al cinto
Los resultados del Concilio fueron pésimos para la Iglesia como institución. La modernización consistió en lo que se refiere al clero en el abandono de la vestimenta talar: sotana, hábito, alzacuello y poco más. Por lo que se refiere a la liturgia, se sustituyó el latín por las lenguas vernáculas, se propuso oficiar la misa de cara al pueblo y sustituir la música sacra por guitarras.
A cambio, el comunismo se infiltró en el mismo seno de la Iglesia católica. Se produjo una grave crisis en casi todas las órdenes y congregaciones religiosas, que quedaron diezmadas. Especialmente intensa fue en la Compañía de Jesús, antaño los soldados del Papa. Se secularizaron miles de sacerdotes, se vaciaron los seminarios y las iglesias quedaron vacías.
Enrique Gómez Gonzalvo 25/06/2018 Referencia 265