El feminismo, más que una filosofía, es un movimiento que exige que hombres y mujeres tengan los mismos derechos. Lo dice nuestra Constitución «los españoles son iguales ante la ley sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.”
Para la izquierda el feminismo se basa en que las mujeres son buenas y los hombres malos. Dicen que la violencia está en el gen de la masculinidad y por eso los hombres, que son los que han gobernado el mundo, son violentos, malos por definición. El mundo necesita la cultura de las mujeres cuyos valores son el amor y la no violencia, por lo que si extirpamos la masculinidad eliminaremos la violencia. Se trata de cambiar la naturaleza humana.
Dicen que el 80-90 % de los crímenes de pareja lo cometen los hombres, pero callan que en el último año han muerto violentamente 23 niños, 16 de ellos a manos de sus madres.
Afirman que 3 de cada 4 suicidios los cometen los hombres, pero callan que muchos se realizan estando en proceso de divorcio y que la esperanza de vida es unos 5 años mayor en la mujer que en el hombre (85 años sobre 80).
La empatía, ese sentimiento universal que tiene el ser humano cuando ve a otro ser humano que sufre, puede faltar tanto en hombres como en mujeres. Las leyes no se pueden hacer por ideología sino para castigar el delito. Los intentos de reinserción de los violadores y de los asesinos en serie, y todos violadores lo son, hace que para proteger la sociedad es necesaria la cadena perpetua porque esos individuos no pueden vivir en sociedad.
No hay ningún país en el mundo donde la mujer está mejor que en España, salvo Islandia y Noruega. Por supuesto donde peor están es en el Islam, donde el testimonio de la mujer vale la mitad que el del varón. En la violencia contras las mujeres España ocupa el 5 º lugar y en los primeros lugares, entre los países de nuestro entorno, están Suiza y Noruega y es que España es y ha sido siempre uno de los países menos violentos del mundo y por supuesto mucho menos que los países nórdicos, lo que pasa es que nos hemos creído la Leyenda negra.
La realidad es que actualmente las mujeres en España, las que no son comunistas, las que no dicen “miembra” o “portavoza”, las que están en los hospitales, en los juzgados, en la política, en los colegios o en el hogar cuidando de sus hijos si son pequeños, se sienten libres e iguales y no quieren ni necesitan “cupos” o una discriminación positiva, cuya constitucionalidad es muy dudosa.
Enrique Gómez Gonzalvo 16-06 -2018 Referencia 304