Así he explicado a mis nietos, unos en Cataluña y otros en la Comunidad Valencia, la historia de España.
La región Valenciana como Cataluña, Asturias, el País Vasco, Galicia, Canarias o Andalucía, que actualmente son comunidades autónomas han sido comarcas, regiones, condados, reinos, coronas, lo que se quiera, pero hace 2.000 años ninguna de ellas existía como entidad política diferenciada. Todas juntas constituían la provincia romana llamada Hispania, que se llamaba diócesis no porque hubiera un cura sino porque esa era la palabra que utilizaban los romanos para designar a las provincias de su imperio.
Tras la caída del Imperio romano llegaron los visigodos y, en la antigua provincia romana, se creó un reino independiente que perduró dos siglos más hasta que fue invadido por los musulmanes en el año 711. La idea del antiguo reino visigodo no se perdió y, por ello, en seguida se inició la lucha para recuperarlo.
La Reconquista, que así se llamó la guerra que duró casi 800 años, comenzó en el norte de la Península porque no había sido ocupada ocupada totalmente por los árabes y porque al otro lado de los Pirineos estaban los francos, que así se llamaban los primitivos franceses, que tras vencer a los musulmanes en Poitiers, apoyaron a los que querían recuperar España porque ellos también eran cristianos.
En Asturias se creó el reino asturiano-leonés que se extendió por la cornisa Cantábrica, Galicia, el valle del Duero y posteriormente, con el rey Alfonso X llegó hasta el valle del Guadalquivir.
En lo que hoy es Navarra, surgió el reino de Pamplona, cuyo máximo esplendor fue con Sancho el Mayor.
En Aragón surgieron los condados de Aragón, Ribagorza y Sobrarbe y a partir del primero, emparentado con la dinastía Aznar de los Reyes de Pamplona, se creó el reino de Aragón, en cuyo santuario mítico, San Juan de la Peña, se enterraron los primeros reyes aragoneses. Más tarde el reino de Aragón conquistaría sucesivamente Jaca, Zaragoza, Huesca y Teruel.
En Cataluña aparecieron una serie de condados que se agruparon, mediante vínculos familiares o de vasallaje, en torno al condado de Barcelona.
En el siglo XII el condado de Barcelona y el reino de Aragón se unieron dinásticmente el por vínculos matrimoniales y Cataluña se incorporó a la Corona de Aragón, a la que con el tiempo se le añadiría el reino de Valencia y el reino de Mallorca.
Finalmente en 1492, terminada la Reconquista con la expulsión de los últimos musulmanes, se unieron todos los reinos cristianos y España volvió a estar unida como en la época visigoda.
Hace un tiempo en un brillante discurso en Barcelona José Borrell, dejó esta frase célebre: “Las fronteras son cicatrices que la historia ha dejado sobre la piel de la tierra, grabadas a sangre y fuego. No levantemos más”.
Enrique Gómez Gonzalvo 16/05/2018 Referencia 289