“EL PRÓCES”
“El Próces” es la sucesión de acontecimientos que se van desarrollando en Cataluña desde la transición destinados a conseguir la independencia del resto de España.
Ya en 1934, cuando el PSOE que había perdido las elecciones dio un golpe de Estado que, aunque solo triunfó en Asturias, Companys, Presidente de la Generalidad aprovechó la situación para proclamar la República catalana dentro del Estado español.
Cuando Don Alejandro Lerroux, presidente del Consejo de Ministros del gobierno de la República declaró el Estado de guerra en toda España, los independentistas catalanes se rindieron o huyeron por las alcantarillas. Lerroux detuvo y encerró en un barco a 8.000 personas y la derecha catalana, la Lliga de Cambó, se hizo cargo de todas las alcaldías y de los detenidos.
Tras la Segunda República, la Guerra Civil y la Dictadura del general Franco, en 1978, se aprobó finalmente una Constitución cuyo núcleo fundamental era la unidad nacional y la igualdad de todos los españoles ante la ley. Políticamente España se constituyó en Comunidades autónomas y si alguna de ellas se apartara del bien general sería intervenida por el Gobierno central.
El Estado de las autonomías confeccionado para halagar al nacionalismo catalán, ha sido un desastre para España y a los nacionalistas no les ha contentado. Los taifas autonómicos se han convertido en la práctica en mini estados separatistas que empiezan con la lengua y terminan, algunos de ellos, con el deseo de independencia, inventándose continuamente cosas para demostrar que son diferentes.
Culpables de la situación a la que hemos llegado son todos los gobiernos desde la transición. Aznar completó las transferencias autonómicas sin necesidad y hay dos que nunca se deberían haber transmitido, la seguridad y la educación, pero el que creó toda la estructura que nos ha llevado a la situación actual, fundamentalmente la modificación de los estatutos y la desobediencia al Tribunal Constitucional, fue Zapatero.
La Iglesia también ha contribuido repicando las campanas cuando ha hecho falta. En Cataluña, las relaciones con con el poder político se asemejan a las de la iglesia ortodoxa rusa con los zares y sobre todo con los comunistas, donde los clérigos eran funcionarios del Estado.
Como todos los nacionalistas, los catalanes que son independentistas se creen diferentes y que pertenecen a una raza superior, porque si no fueran superiores ¿para que iban a querer ser diferentes? Ya el Dr. Robert, el patriarca del separatismo catalán, andaba midiendo antiguos cráneos de catalanes que habían muerto en tiempos en que aún no existía Cataluña y el propio Junqueras ha afirmado recientemente que ellos comparten más ADN con los franceses que con los españoles.
Pero no son solamente los catalanes los que se consideran a si mismos superiores. Miguel Lupiáñez, alcalde de Blanes, natural de Granada pero charnego de adopción, está convencido de la superioridad étnica catalana hasta el punto de declarar que «en Cataluña se vive de otra manera; es como si Cataluña fuera Dinamarca y España el Magreb«.
Todo “el procés” ha sido posible porque en Cataluña existe una tiranía desde hace 35 años que es cuando Pujol instaló la dictadura blanca que anunció Tarradellas y como en todas las dictaduras el poder político controla a los medios de comunicación y a los ciudadanos.
Han sido tres generaciones educadas en el racismo, en el odio a España y a los no independentistas, aunque sean sus vecinos o sus compañeros de trabajo y en muchos casos familiares. Ha habido un adoctrinamiento masivo, xenófobo, excluyente, como no lo ha ocurrido en ningún otro país. Se ha difundido la idea de una España intolerante y negra y se han realizando operaciones de desinformaciones en el exterior para vender a España como una dictadura terrorífica, que da vergüenza ajena.
El “próces” ha conducido a la división de la sociedad catalana, a la tensión con el conjunto de los españoles, al deterioro de la recuperación económica con un empobrecimiento progresivo.
Enrique Gómez Gonzalvo. 22/02/2018. Referencia 285