El humanismo es un movimiento intelectual, filosófico y cultural europeo que apareció en Italia en el siglo XIV precediendo al Renacimiento. Fue la base para que se produjeran grandes transformaciones económicas y sociales que tardarían varios siglos en hacerse realidad.
Lo esencial del humanismo fue que el teocentrismo de la Edad Media (todo gira alrededor de Dios) da paso al antropocentrismo (todo gira alrededor del hombre), pero sin olvidar a Dios porque este movimiento intelectual se realiza dentro de la Iglesia. Sus más típicos representantes son Tomás Moro (declarado santo), Erasmo de Rotterdam y Maquiavelo.
Se valora como legítimo el deseo de fama, gloria y poder. El comercio y el prestar dinero con interés ya no es pecado por lo que la economía comienza a despegar y se acentúa la separación de la Iglesia y del Estado.
El racionalismo de Descartes fue el paso siguiente. Consistió en sustituir la fe por la razón y los clérigos por los intelectuales, reconociendo el fracaso de la escolástica de Santo Tomás que intentaba coordinar la fe con la razón, pero siempre subordinando la razón a la fe.
Todo lo que no tiene base científica es superstición. Los racionalistas pueden creer en un Dios creador cercano a la concepción del gran relojero, pero sus designios solo pueden ser conocidos a través de las leyes naturales, no de la revelación.
La ilustración Aunque el paradigma de la Ilustración fué Jean Jacobo Rousseau, el verdadero precursor fue John Locke, nacido en el Reino Unido en 1632, 80 años antes que Descartes.
Ambos están de acuerdo en el contrato social, expuesto por primera vez por Thomas Hobbes. Se basa en que todos los miembros de la sociedad están de acuerdo en que debe existir una autoridad con unas normas morales y unas leyes a las que se someten. A partir de aquí comienzan las diferencias.
Locke, considerado el padre del liberalismo es individualista y defiende las libertades individuales frente al poder del Estado. El derecho fundamental del individuo es la propiedad privada y la función principal del Estado garantizar los derechos individuales. Sus ideas influyeron en la Declaración de independencia de los EE UU.
Rousseau, nacido 80 años más tarde que el anterior, creyente, educado en el protestantismo se convirtió al catolicismo, pero volvió al protestantismo. Terminó uniéndose a la corriente del iluminismo, un movimiento místico que se centraba sobre todo en la iluminación interior inspirada directamente por el Creador.
Era colectivista y creía en la voluntad general y en el bien común. Antifeminista convencido, para él las mujeres no formaban parte del pueblo soberano. Siguiendo a Platón, que afirmaba en La República que los niños deberían ser educados por el Estado, sus cinco hijos fueron donados inmediatamente a la inclusa.
Sus ideas influyeron en las dos formas de dictadura del siglo XX, fascismo y comunismo
Voltaire creía firmemente en la existencia de Dios, tal como lo expresa en su obra especialmente en el “Diccionario filosófico”, en cambió fue un enemigo implacable de la Iglesia Católica. “Matad a la infame”, decía.
Enrique Gómez Gonzalvo 01-02-2017. Referencia 132