Es muy difícil romper una estructura política, social, cultural nación o como se le quiera llamar como España, que tiene una antigüedad de 2.000 años, 7 siglos como provincia romana, 2 como estado visigodo, 8 para echar a los musulmanes y recomponer un reino cristiano unificado y 500 en su estructura actual, con una de las primeras constituciones del mundo promulgada en 1812 para resistir a Napoleón.
España es anterior a Aragón, Cataluña, Valencia, Asturias y a todas las regiones o comunidades de España. Cataluña, por ejemplo, no existía ni durante la Reconquista. Se trataba de la Marca Hispánica que era una zona que estaba en los Pirineos que usaban los francos de Carlomagno para contener a los moros del sur, igual que Navarra, también al lado de los Pirineos, se constituyó en un estado tampón.
El primer reino que nació para luchar contra los invasores musulmanes fue el de Asturias, que después pasaría a llamarse Reino de León. Cataluña, durante la Edad Media, nunca fue reino, eran un conjunto de condados que, agrupados en torno al Condado de Barcelona, por cuestiones dinásticas, pasaron a formar parte de la Corona de Aragón, junto al reino de Aragón y más tarde al Reino de Mallorca, que no de Baleares y al reino de Valencia.
Los nacionalismos no surgieron en España, tampoco en Cataluña, hasta el 98, hace poco más de 100 años. En cuanto a las nacionalidades históricas, la única nación histórica es España, porque si nos referimos a los estatutos de autonomía, el único que se votó mediante un pucherazo monumental fue el de Cataluña en 1932 y era un estatuto de autonomía, nada de nación o nacionalidad.
Luis Companys, coincidiendo con la Revolución de Asturias de Octubre del 34salió al balcón de la Generalidad y proclamó el Estado Catalán dentro de la República Federal Española, es decir, que Cataluña seguía siendo España. Antes de 24 horas, el Gobierno legal de la República, envió a Barcelona al General Betet y Companys fue detenido y el Estatuto de Autonomía suspendido. Companys era el abogado de los sindicalistas de la FAI (Federación Anarquista ibérica) que por ser muchos de ellos de origen murciano, la alta burguesía de Cataluña le llamaba “el murcianet”. Tras la salida al balcón, Companys, afirmó: “ahora no diréis que no soy catalán”.
En Hospitalet los de la FAI pusieron un ladrillo que decía “aquí comienza la provincia de Murcia”, porque entonces, como ahora, como siempre la burguesía catalana siempre ha despreciado a los del sur y murciano, el antecedente de charnego, era un insulto.
Restaurada la Generalidad, Companys estuvo siempre con los del terror rojo primero con los de la FAI y después con el PSUC, pero siempre contra la República. Crearon con los nacionalistas el eje Bilbao Barcelona, pero Bilbao cayó pronto porque los valientes gudaris huyeron como ratas ante los italianos.
Con la instauración de la democracia se creó el Estado de las Autonomías, un monstruo que sólo genera despilfarro y corrupción sin ninguna ventaja práctica, con el exclusivo fin de que los catalanes pudieran sentirse cómodos dentro de España y fingir que todos somos iguales. Ahora resulta que ni siquiera con una autonomía cercana a la independencia están a gusto.
Como Cataluña no se distingue en nada del resto de España, en absolutamente nada, salvo sobre la bagatela fonética es complicada fabricar una identidad nacional sobre la base de la nada. Y por eso se ha intentando fomentando el odio a España y para ello se han utilizado todos los medios.
La Diada, la fiesta cívica de Cataluña ha sido extraída de una guerra civil española, que esto fue la Guerra de Sucesión. No fue una guerra de secesión, no fue una guerra para separarse Cataluña del resto de España, fue una guerra civil entre españoles. La Diada se ha convertido en un acto contra la unidad de España y en ella se insulta al rey y con ello a todos los españoles. La fiesta cívica de Cataluña debería ser el Día de San Jordi, el día de libros y rosas.
También fue un error conferir, en Cataluña, la condición de himno local al sanguinario Los Segadores para excitar el odio a España.
El “procès” ser ha acompañado de corrupción. Solamente la fortuna de Jordi Pujol se estimó en el 2014 en 1.800 millones de euros según el Ministerio del Interior, que según los últimos cados ascenderían a 3.000 millones.
En cuanto a la utilización de la lengua, aunque la Constitución española se basa en la Declaración de Derechos humanos de la ONU y de la Unesco y uno de los derecho humanos fundamentales es el de ser educado en la lengua materna, en Cataluña, en toda Cataluña, es imposible escolarizar a un niño en español cosa que no ocurre en ningún país del mundo y ello también a pesar de que es la lengua mayoritaria y la lengua oficial del Estado,.
El problema del nacionalismo catalán es tan grave porque tiene aliados y lo que inicialmente podía ser un conflicto autonómico, con la ayuda de ETA y los partidos de izquierda, pleno en el caso de Podemos, se ha convertido en un proceso revolucionario para terminar con España y, en lo que quede, instaurar una dictadura comunista.
Enrique Gómez Gonzalvo, 17/10/2017 Referencia 276
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