Nació en Ávila en 1932. Fue Presidente de Gobierno del 3 de julio de 1976 al 29 de Enero de 1981.
Semblanza. Su padre, procurador de los tribunales, mujeriego y jugador con el que nunca se llevó bien. Su madre hija de pequeños empresarios, muy devota.
Simpático, atractivo, apuesto, telegénico, sabiéndose seductor con una pinta de chuleta, vida privada ejemplar, religioso en su juventud (próximo al Opus Dei). Se alimentaba de tortilla francesa, tabaco negro y café.
Se cuenta que recibió a Emilio Botín padre, que puso los pies encima de una mesa baja y le montó una bronca de campeonato. «¿Quién le ha dado permiso para poner los pies encima de la mesa?». El banquero alegó que tenía gota, pero lo echó con cajas destempladas.
Formación intelectual Estudiante mediocre, al final se licenció en Derecho. Poco aficionado a leer libros y menos a escribirlos. Al entrar en La Moncloa, Leopoldo Calvo Sotelo, que le sucedió en febrero de 1981, declaró que había «muchos teléfonos y pocos libros.»
En esto coincidió con el Rey, con Felipe González y no digamos con Zapatero. La excepción, entre los presidentes españoles, ha sido Aznar, pero como es de derechas no se le reconoce ninguna altura intelectual.
Ideología. A lo largo de su vida, Suárez se definió como falangista, demócrata-cristiano, socialdemócrata y hasta liberal (el tercer partido que dirigió el Centro Democrático y Social, se integró en enero de 1988 en la Internacional Liberal). En cierta ocasión dijo que estaba a la izquierda de Felipe González.
En realidad su ideología consistía en mantenerse en el poder. Se basaba en dos principios “las elecciones se ganan desde el centro” y “buscar el consenso.”
El consenso en sí mismo no es ni bueno ni malo, depende. Muchas veces significa abjurar de los principios y rendirse, a veces para mantenerse en el poder. Por ejemplo, no puede haber consenso con los violadores, ni con los terroristas ni con los separatistas. Otras veces el consenso es bueno, por ejemplo, el que hubo con el Partido Comunista de Santiago Carrillo para realizar la transición.
En cuanto a la búsqueda del poder no es mala, pero no como un fin, sino como un medio para realizar un proyecto político y si pierde las elecciones, marcharse.
Presidente de Gobierno desde 1978 a 1981. Nombrado por el Rey, posteriormente se convertiría en el primer Presidente de Gobierno democráticamente, venciendo en las urnas por dos veces a Felipe González.
Se había enemistado con los militares al legalizar al Partido Comunista. Era necesaria, pero no tuvo por qué prometer algo que no pensaba cumplir. Se sintieron muy ofendidos y con razón. También estaban nerviosos por la escalada terrorista.
VALORACION DE SU ACCION POLITICA.
Lo más positivo
1-La honestidad, la honradez. De joven fue un hombre del Movimiento, pero a la muerte de Franco, creyó sinceramente que lo mejor para España era un sistema democrático, como pensábamos gran parte de los españoles, especialmente los jóvenes.
2-Pilotó la transición de la dictadura a la democracia sin violencia, si bien con el guión de Torcuato Fernández Miranda.
3- No era un cínico como Felipe González y tantos otros políticos.
4-Ha sido el único político al que no le corrompió el poder, que para él era básicamente servicio, es lo mejor de su joseantonianismo. Por eso no comprendía a la clase política y a los 5 años de ser presidente tuvo una depresión que nunca le abandonó.
Lo más negativo
1-Políticamente era muy incauto. Le faltaba esa pizca de maldad para enfrentarse a los pérfidos Alfonso Guerra y Felipe González, que se lo merendaron. Y a los traidores de su partido, como Fernández Ordoñez, que antes de terminarse los Consejos de Ministro, ya había filtrado los acuerdos a la oposición. Y al mismo Rey, que se empeñó en echarlo, aunque fuera saltándose la ley.
2-Pudo equivocarse al diseñar el Estado de las Autonomías, pero… ¿afirmar que estabas a la izquierda de Felipe González? ¿Por qué lo dijiste, Adolfo? ¿Te avergonzabas de ser el líder de la derecha con 11 millones de votos? ¿De ser el sucesor de Cánovas y de Maura? ¿No fueron mejores que Largo Caballero, Negrín o Azaña? ¿Cuántas veces te engañaron Felipe González y los nacionalistas?
3-No tenía capacidad de liderazgo. No era el auténtico capitán de empresa. No era como Aznar, que aunque tenía ministros muy brillantes, sabía que el que mandaba era él.
4-No supo crear el gran partido de la derecha que necesitaba España. La situación era parecida a la del fracaso de la Primera República, pero entonces Cánovas si creó el gran Partido Conservador. No dijo cómo él: vengo a continuar la historia de España.
5-Después de la primera fase de la transición, en la que siguió el guión marcado por Torcuato Fernández Miranda, en contra del criterio de éste, estableció el sistema de las autonomías y ése fue su inmenso error y el gran desastre para España. Solamente lo vio claro Tarradellas que afirmó que España no podría funcionar con 16 mini estados diferentes.
Si bien, la responsabilidad del llamado Estado de las Autonomías, también fue del Rey y de toda la clase política.
Apéndice Retirado de la vida pública, se dedicó a cuidar a su esposa y a una hija, ambas fallecidas de cáncer. A partir del 2002, desarrollaría una terrible enfermedad: la demencia de Alzheimer.
Ahora la izquierda lo idolatra porque teniendo todo el poder, construyó los puentes para que lo alcanzara el PSOE.
Falleció el 3 de marzo de 2014. Era buena gente. Descanse en paz.
Nota: el Cánovas que España necesitaba podía haber sido en Madrid Fernández Miranda y en Barcelona Tarradellas. El primero, el cerebro de la primera fase de la transición falleció olvidado en Londres y el segundo pronóstico la “dictadura blanda” que Pujol instalaría y el gran desastre que representaría para Cataluña y para España. Así trata España a sus mejores hombres
Enrique Gómez Gonzalvo 27/09/2017. Referencia 48
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