EL ESTADO DE LAS AUTONOMÍAS
Durante la transición, en la Constitución de 1978 se creó el llamado Estado de las autonomías, que viene a ser lo más parecido a un Estado federal. Federar es sinónimo de unir, entonces, lo que hicimos fue romper España en 17 porciones para después unirlas y actualmente lo que tenemos, más que un Estado propiamente dicho, son diecisiete “estaditos” yuxtapuestos, todos ellos muy orgullosos de tener todo lo que es propio de un Estado de verdad.
Tienen su Parlamento (más de 1.200 legisladores que se dice pronto), su Gobierno, su defensor del pueblo, sus embajadas (166 en total), su administración central con toda su cohorte de departamentos, ministerios, subsecretarios, directores generales y funcionarios de todo tipo que reproducen en paralelo la organización tradicional de la administración del Estado.
Así suceden cosas tan peregrinas como tener 5 reglamentos de espectáculos taurinos, además del estatal, o que un ministro de Zapatero, Bermejo, fuera multado en una provincia por cazar, cuando la licencia que tenía era de otra Comunidad.
Como es normal se ha creado una tensión permanente entre ellas mismas y con el gobierno central, discutiendo quien contribuye más a la Administración general del Estado y recibe menos del Gobierno central.
Pues bien, esta nación de 2000 años de historia, por este juguete de los políticos, que no otra cosa es el sistema autonómico, que hace que tengamos 4 veces más funcionarios que en 1975 y que nos cuesta todos los años más de 80.000 millones de euros, hace que España se esté resquebrajando.
La inspiración del sistema no fue de un catalán o de un vasco, sino de un madrileño. En 1926 escribía en el periódico El Sol: “Imagino una nueva anatomía de España: la Península organizada en grandes regiones. Cada una gobernada por una Asamblea regional o Parlamento local, que nombraría sus magistraturas ejecutivas”. Fue el mismo que dijo “España es el problema y Europa la solución” Don José Ortega y Gasset, excelente filósofo, pero pésimo político.
Recogida la idea por Adolfo Suárez, fue desarrollada en la Constitución de 1978 y en lugar de solucionar “el problema” vasco y catalán, lo empeoró, porque liberó el virus nacionalista.
Ahora, Pedro Sánchez, Secretario General del PSOE dice que el PSOE tiene que reconocer la plurinacionalidad de España, que Cataluña es una nación y España una nación de naciones.
¿Cuántas naciones hay en España, Pedro? En Cataluña hay, por lo menos dos nacionalidades, dos ideas de nación, los que se siente catalanes y los que se sienten catalanes y españoles.
Dice también que aunque hay muchas naciones en España, pero solo hay una soberanía que es la del pueblo español, y como no puede decir que hay una soberanía nacional española y una soberanía nacional catalana afirma que la nación es solo un sentimiento. ¿Ustedes lo entienden?
Enrique Gómez Gonzalvo 16-07-2017 Referencia 255