Hace 13 años, el 11 de de Marzo del 20004 se produjo un atentado en Madrid que cambió la historia de España. Se trató de la mayor matanza terrorista en la historia de España y seguramente de toda la historia de Europa Occidental. Fueron 192 los muertos y casi 2000 los heridos y mutilados.
Recientemente, un cineasta francés, Cyrille Martí de la izquierda radical, pero decente, ha hecho un documental sobre los atentados del 11 M de 45 minutos, en el que afirma la existencia de muchos puntos oscuros.
Según la versión oficial, los autores intelectuales se desconocen, el autor material un moro de Lavapiés, la responsable del atentado la organización terrorista Al Qaida y la culpa fue de Aznar por lo de la guerra de Irak.
El atentado tuvo lugar antes de las elecciones en las que era favorito el PP, por lo que es lógico pensar que se realizó para cambiar el resultado de las mismas, y con ello, cambiar el destino político de España.
Si el atentado hubiera sido realizado por ETA, el hecho hubiera favorecido al PP dada la eficacia que había mostrado el gobierno de Aznar en la lucha contra la organización terrorista. Si por el contrario había sido realizado por los islamitas, favorecería al PSOE porque podría atribuirse a una venganza de los musulmanes por la guerra de Irak.
Todo el mundo creía que había sido obra de ETA porque había habido dos atentados fallidos previos, una en la estación de Chamartín, dos meses antes, coincidiendo con la Navidad, y el otro se trató de una furgoneta detenida con explosivos en Cañaveras, camino de Madrid.
El primero que lo atribuyó a ETA fue Ibarretche que a las nueve menos cuarto de la mañana, en un comunicado, dijo que los etarras no eran vascos, eran terroristas. El segundo fue Zapatero. La Guardia Civil y la Policía Nacional también hicieron responsable a ETA así como los servicios de inteligencia de los países más importantes, lo mismo que la cadena SER que a las 9 de la mañana recomendó no cambiar el sentido del voto, lo mismo que el diario El País.
PSOE y PRISA pensaron que ese era su momento para alcanzar el gobierno. Afirmaron que había sido sido realizado por Al Qaida y culparon al gobierno de la masacre, a la vez que lo acusaron al gobierno de mentir.
El día de reflexión, al grito de ¡asesinos! se cercaron más de un centenar de sedes del PP y se inventaron bulos: que si Aznar había ido a la Moncloa para retrasar las elecciones, que si Aznar iba a dar un golpe de Estado y que habían sido terroristas islámicos suicidas rasurados y con tres capas de calzoncillos.
Como resultado de todo ello cambió el resultado electoral i salió un nuevo gobierno, el de Zapatero, que puso en jaque el régimen nacido de la transición, que había sido refrendado por todos los españoles en la Constitución del 78.
Toda la versión oficial del atentado se basó en una mochila que apareció de pronto en una comisaría de Vallecas en la que había un policía socialista. En dicha mochila se encontró el explosivo titanic con metralla para aumentar la onda explosiva, pero en ninguna de las 192 autopsias realizadas se encontró metralla por lo que se puede pensar que se trataba de una prueba falsa.
El responsable tenía que ser un moro para culpar a Al Qaida, y efectivamente, se encontró un morito llamado Jamal Zeugma al que se le culpó por el testigo de dos rumanas, a las que se premió como víctimas del terrorismo, y se le condenó a 42.000 años de cárcel. Todavía permanece en la cárcel incomunicado y diciendo que él no hizo nada.
José María Aznar, entonces Presidente del Gobierno, dijo “no busquéis los responsables en montañas lejanas o en desiertos remotos”.
Actualmente la consigna oficial, por parte del gobierno y de la oposición, es que no ha pasado nada y si ha pasado nunca se sabrá porque se destruyeron todas las pruebas. No hicimos como los americanos, esa gente tan rara, que se empeñaron en perseguir, descubrir y ejecutar al responsable intelectual del antentado de las torres gemelas.
El presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Alfonso Sánchez, ha exigido justicia y verdad tras reprochar a los gobernantes la existencia de «misteriosos» informes policiales «guardados en cajones.»
Gómez Bermúdez, el Presidente del Tribunal que juzgó el caso, ha dicho recientemente que España no está preparada para conocer la verdad del 11-M.
Enrique Gómez Gonzalvo. 24-06-2017 Referencia 187