Cataluña nunca ha sido un Estado. En la mayor parte de su historia ha sido un conjunto de condados que formaba parte de la Corona de Aragón.
Este hecho, que Cataluña no haya sido nunca independiente es irrelevante. Lo fundamental es que los catalanes, como todos los españoles, ya decidieron cuando aprobaron en referendum la Constitución de 1978, en la que se afirma que la nación española es una e indivisible y que la soberanía reside en el pueblo español. De manera que todos los españoles tienen que decidir en temas que afecten a su futuro, por ejemplo la incorporación o la expulsión de nuevos territorios, porque la soberanía es indivisible. Y en Cataluña los votos favorables a la Constituyeron fueron el 90 %, más incluso que en Madrid y solo superados en Andalucía y Canarias.
El derecho a la independencia de una ciudad, región o comunidad no existe en ninguna Constitución del mundo. Ni siquiera en los sistemas federales donde hay un poder central claro y un poder de los estados limitado por el poder del gobierno central, los estados tienen derecho a proclamarse independientes.
En EE UU por ejemplo, Texas que tiene mucho petróleo no puede declararse independiente porque, según la Constitución de 1887, ni los Estados fundadores ni los que se asociarían después se pueden segregar. La Guerra de Secesión de 1861 a 1865, produjo 1.030.000 bajas, el 3 % de la población, porcentaje superior a la Guerra Civil Española. No fue por la liberación de los esclavos, fue una guerra civil cuando los once estados del Sur de los EE UU de América proclamaron su independencia.
La Generalidad de Cataluña podrá declarar la independencia unilateralmente, pero será un acto dictatorial para los catalanes y de rebeldía ante el gobierno central y no será pacífico salvo que España se ponga de rodillas.
Actualmente el diálogo es imposible. Insultan a España, pitan al Rey, se mofan del himno nacional. Dicen que hay que buscar un encaje en España de Cataluña, como si ésta fuera una pieza de un puzle, dando por hecho que la pieza catalana está bien y que es el mapa de España el que hay que cambiar para pueda “encajar”
La independencia de Cataluña no se puede evitar comprando a los catalanes. En España no caben privilegios para ninguna comunidad autónoma. Incluso el concierto vasco y el convenio navarro son dos privilegios territoriales inadmisibles en una democracia moderna, compuesta no por regiones sino por ciudadanos que son libres e iguales ante la ley.
Entre los no nacidos en Cataluña, abunda el charnego agradecido, que es ese español acomplejado, al que los independentistas desprecian porque no es como ellos. ¿Cómo reaccionará, si declaran unilateralmente la independencia?
Hoy nadie quiere que se repitan los acontecimientos del 4 de Octubre de 1934, cuando al desencadenarse la revolución de Asturias, Companys Presidente de la Generalidad proclamó el Estado Catalán dentro de la República Federal Española. La rebelión duró solo una noche. La República envió al General Batet que, sin disparar un solo tiro, sofocó la rebelión y Companys fue encarcelado.
Lo peor que está pasando no es que haya independentistas en Cataluña, sino que los comunistas y algunos diputados del PSOE en Cataluña, País Valenciano, Baleares, Navarra, Aragón y País Vasco apoyan lo que eufemísticamente llaman “el derecho a decidir”, es decir, la independencia.
Todo viene de aquella frase del siniestros Zapatero: “Pascual, apoyaremos en Madrid lo que apruebe el Parlamento de Cataluña.” Y ambos eran socialistas.
Enrique Gómez Gonzalvo, 4-06/2017. Referencia 14