Presidente de Gobierno desde el 5 de mayo de 1966 al 17 de Abril de 2004. Actualmente es el español vivo más odiado por la izquierda española y el más añorado por la derecha liberal.
De carácter seco, desabrido, antipático, frío, con poca gracia. En el mes de abril de 1995, siendo jefe de la oposición, salió milagrosamente ileso cuando un coche bomba de ETA falló al paso de su coche blindado. Lo explicó así “vi la muerte de cerca y le dije: esta vez no me coges” y añadió “gajes del oficio”. Este es nuestro hombre. Su gallardía y valor destacan con la mezquindad del entonces Jefe de gobierno, Felipe González, que no lo visitó en el hospital .
Ha demostrado que para ganar las elecciones no hace falta tener carisma, simpatía, encanto personal o esa sonrisa permanente y bobalicona, arqueando las cejas, al que algunos llaman talante.
Sí tuvo las dos condiciones necesarias para ser un buen presidente: principios y capacidad de liderazgo.
De Gaulle dijo que política es la acción de gobierno al servicio de una idea fuerte y sencilla. Es decir, tener un proyecto y la firme decisión de llevarlo a la práctica. Aznar creía en los principios conservadores y liberales, en la unidad de España, en que era urgente salir de la crisis económica en que la habían dejado los socialistas y mejorar el prestigio internacional.
El se sabía el director de una empresa, cuya marca se llama España y se pone al frente de la manifestación no achicándose ante las dificultades y no dejando los problemas para mañana. El poder que le había dado el pueblo es para ejercerlo, para cumplir el programa electoral, sin complejos. Y si perdía las elecciones se marcharía a su casa.
La gestión económica fue excelente. Al iniciar su mandato España no cumplía ninguna de las condiciones que se exigían para entrar en la Unión Monetaria. El déficit público era del 7 %. El paro ascendía a 3.500.000 personas. Aznar realizó un plan de ajuste que nos permitió cumplir las condiciones deMaastrich para ingresar en la Unión Monetaria e intervenir en el proyecto del euro. Redujo los impuestos (el IRPF paso del 56 al 44 %), recortó el déficit hasta conseguir superavit.
La economía entró en una época de prosperidad ininterrumpida que duraría más de 10 años. Ayudó a crear 5 millones de puestos de trabajo. Durante las dos legislaturas, España crecía el doble que sus vecinos. Proyectó un Plan hidrológico nacional, que no pudo llevar a cabo porque contó con la oposición de todo el mundo. Su política de obras pública fue excelente y mejoró extraordinariamente las vías de comunicación El bono español llegó a estar más bajo que el alemán.
Con respecto ETA, la política que realizó su ministro del Interior Jaime Mayor Oreja, basada en la firmeza policial y en la colaboración con Francia, dejaron a la banda terrorista al borde de la desaparición.
Su actución con los separatistas fue más discutible. En 1996, para obtener el apoyo de Jordi Pujol en la investidura, sacrificó a Vidal Cuadras como presidente del PP en Cataluña. Esto supuso abandonar al 50 % de los catalanes que no eran nacionalistas. Esta situación nos se corrigió en la segunda legislatura con mayoría absoluta y ese 50 % de catalanes que no quieren la independencia quedó huérfano.
En cuanto a la Guerra de IrakA posteriori se ha visto que su actuación no fue afortunada. Aunque hubiera tenido armas de destrucción masiva, cosa que todo el mundo creía incluyendo a Inocencio Arias, diplomático que había colaborado con UCD, PSOE y PP y que en aquel momento representaba a España en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, no era motivo suficiente para una guerra.
Como dijo el Padre Suarez, de la Escuela de Salamanca, en nuestro Siglo de Oro, no se puede apoyar, ni siquiera moralmente, una guerra con la que están en contra el 90 % de la población. Occidente no puede intervenir contra todas las dictaduras. Si lo hiciera tendría que empezar por Cuba, donde los Castro llevan torturando y asesinando más de 40 años.
El 11 de Junio del 2003, después de que los EEUU consideraran terminadas las operaciones militares importantes, Aznar autorizó el envío de los primeros 1.300 soldados a provincias del centro-sur de Irak en la «nueva fase de seguridad, estabilización y reconstrucción».
Conclusión: Fue el mejor presidente de gobierno que ha tenido España desde que se instauró la democracia. Seguro que ocupará un lugar honroso en la historia de España.
Enrique Gómez Gonzalvo 8-05-2017. Referencia 43