A Donald Trump le han votado más de 60 millones de americanos con voto secreto y directo y, en 30 de los 50 estados, ha ganado de forma impecablemente democrática, pues allí el Partido Republicano no asaltó las sedes del Partido Demócrata con Obama dentro, como hicieron los socialistas con Rajoy cuando ganó las elecciones Zapatero.
Es cierto que Trump es populista, nacionalista, proteccionista y no tiene nada de liberal y quizá en su personalidad haya elementos de tipo narcisista paranoide, pero ¿qué autoridad tiene Junger, Presidente del Consejo Europeo para decir “tendremos que enseñar al presidente electo qué en Europa y como trabaja” o el polaco, presidente de la Comisión Europea cuando afirmó: “Trump es una amenaza para el mundo” o el presidente Francois Hollando cuando compareció en el palacio del Elíseo para decir que el triunfo de Trump “abría un período de incertidumbre en el mundo”.
Los europeos, sobre todo Francia y Alemania, que se han matado durante siglos, que han creado el comunismo y sus dos hijos naturales el nazismo y el fascismo, que han sido salvados dos veces por Estados Unidos y que si tienen libertad y prosperidad se la deben a los americanos, no les pueden dar lecciones de democracia.
El mundo no es ni comunista ni nazi gracias a los americanos. Sin ellos el mundo sería distinto y, desde luego, peor. Europa sería una granja soviética o un campo de concentración nazi.
¿En nombre de quién dice el diario El País que “ahora toca, dentro y fuera de los EE UU, estar vigilantes por si se extralimita”. ¿Mandará el cañón Berta? ¿O la alcaldesa comunista de Madrid que compara a Trump con Hitler? ¿O el presidente de Aragón, el socialista Javier Lambán que ha calificado la elección de Trump “inimaginable, desconcertante y trágica?”
Para Isabel San Sebastián, prometer a los americanos “América Primero” es apelar a los bajos instintos de las masas. ¿No le gustaría que esto lo dijera Rajoy? A Cayetana Álvarez de Toledo no le gusta que Trump piense instalar el Día nacional del patriotismo ¿no le gustaría que ese día lo establecieran en España los podemitas-comunistas y los socialistas vascos y catalanes?
En cuanto al ex portavoz del Partido Popular, González Pons dijo que era una mala noticia para la democracia. ¿Cree de verdad que Trump implantará en Washington un régimen despótico como el de Caracas? ¿Piensan como el fallecido Presidente del Congreso Peces Barba que amenazó a Ronald Reagan con enviarle un ejemplar de nuestra Constitución para que supieran los americanos lo que es una democracia? Se dice que hay elementos fascistas en Trump, pero si él nunca ha sido fascista, si el republicano no es un partido fascista ¿dónde está el fascismo?
Y es que solo hay algo más tonto que un progre de izquierda y es un progre de derecha.
La grandeza de la democracia en UU U es que allí, a diferencia de España, sí hay división de poderes. Allí ni el Congreso ni el Senado ni el Supremo ni los republicanos ni los demócratas permitirán que Trump se salte la Constitución. Allí, seguro que no se perseguirá el idioma oficial en ningún estado de la Unión, a diferencia de lo que ocurre en España con Cataluña, con Galicia y en parte de la Comunidad Valenciana.
Quizá en lo que todos acierten es que ni Trump ni ningún otro presidente vuelva a enviar más americanos a morir a Europa, a Irak o a Kosovo.
Sea como sea la Presidencia de Trump, los EE de América seguirán siendo una democracia.
Enrique Gómez Gonzalvo, 15/03/2017 Referencia 208