Si genéticamente los catalanes no son diferentes, si tenemos una historia de convivencia de 2.000 años, si siempre se han sentido españoles ¿qué razones hay para que muchos-bastantes catalanes quieran la independencia? No hay razones.
A finales del siglo XIX, coincidiendo con el Romanticismo, una ola de exaltación del sentimiento nacionalista recorrió Europa. Se trataba de la idea de una nación un estado. Un concepto impracticable porque el número de naciones, como sinónimo de pueblo, se puede alargar hasta el infinito. Pensemos en África donde la cantidad de etnias es casi incontable, la tierra sería un polvorín con miles de estados.
El catalanismo comenzó como una secta. Todo se inició cuando Cambó en 1893 inició la tarea de predicarlo por las tierras de Cataluña. Dijo en sus memorias: organizamos excursiones por los pueblos del Penedés y del Vallés y los payeses que nos escuchaban no llegaban a tomarnos en serio y es que, los catalanistas eran tan pocos, que todos se conocían entre sí.
Josep Pla afirma que los catalanistas eran “cuatro gatos”. En cada comarca había aproximadamente un catalanista, que era generalmente un hombre distinguido que tenía fama de chalado.
Prat de la Riba decía que había que demostrar que éramos catalanes y nada más que catalanes. La expansión del catalanismo no la podía hacer el amor, sino el odio.
Francisco Maciá en 1922, para aglutinar el catalanismo radical, fundó Esquerra Republicana de Cataluña. El 14 de Abril de 1931, tras la proclamación de la República en Madrid, Maciá salió al balcón del Ayuntamiento de Barcelona en la plaza de San Jaime y proclamó la República catalana como estado integrante de la Federación de pueblos ibéricos.
Tres días más tarde, el 17 de Abril, tres ministros del Gobierno Provisional de la República, se entrevistaron con Francisco Maciá, y éste renunció a la República catalana a cambio de la promesa de la aprobación del Estatuto de autonomía que decidiera Cataluña.
Luis Companys, Presidente de la Generalidad de Cataluña, el 6 de Octubre de 1934, en el curso de la Revolución de Octubre, proclamó el Estado Catalán, dentro de la República Federal Española
El Presidente el Consejo de ministros, Lerroux, proclamó el estado de guerra y envió a Barcelona una compañía de infantería y una batería de artillería. A las seis de la mañana del día siguiente, Companys comunicó su rendición.
Jordi Pujol fue nombrado el 8 de mayo Presidente de la Generalidad de Cataluña. Veamos su pensamiento “El hombre andaluz no es un hombre coherente, es un hombre anárquico, es un hombre destruido” y es “un hombre que vive en un estado de ignorancia y de miseria cultural, mental y espiritual”. Este párrafo aparece en su libro La inmigración, problema y esperanza de Cataluña, publicado en 1978. Veamos su acción política.
—Falsificó la historia. Cataluña no ha sido nunca independiente, ni como nación, ni como reino ni siquiera como condado. Siempre ha formado parte de España.
–Sembró el odio a España. Llevamos así dos generaciones. Es el célebre “España nos roba” Lo dijo Goeebels, ministro de propaganda del Tercer Reich: una mentira repetida 1000 veces se convierte en verdad. Algún dirán España nos mata.
Para ello se han utilizan las escuelas, las televisiones, la prensa. Todo vale. Aprovechan las situaciones emocionales de los campos deportivos.
–Persiguió el español, que él lo llamaba castellano. La lengua es el mecanismo perfecto para la segregación, para distinguir al extraño. Pues bien, miles de profesores se marcharon de Cataluña. No se puede estudiar en un colegio público en castellano. No se pueden rotular los comercios en castellano. En el parlamento de Cataluña solo se habla catalán, no representando la calle, donde más del 50 % hablan español.
–Impuso una dictadura Lo anunció Tarradellas: Jordi Pujol va a imponer una dictadura blanca que será peor que la roja. Es una dictadura porque trata de imponer el pensamiento único, el suyo, el nacionalismo y porque ejerce un control total sobe la prensa (mediante subvenciones) y sobre las televisiones porque son concesiones administrativas subvencionadas.
El 10 de Julio del 2010 hubo masiva manifestación a favor del Estatuto y en contra del Tribunal Constitucional, que había declarado varios artículos inconstitucionales, y a favor de la independencia de Cataluña. Salieron a la calle más de un millón de personas. Sería igual si solo hubieran sido cien mil. Lo grave es que al frente de ella estaba Montilla, socialista y Presidente de la Generalidad.
Desde entonces la enfermedad nacionalista se ha ido extendiendo. El odio a España es lo que une a los nacionalistas y a la extrema-extrema izquierda, la más extrema de Europa y ambos gobiernan, en coalición, en Cataluña.
La tragedia del nacionalismo catalán radica en que, para que nazca la nación catalana, es preciso romper la nación española.
Enrique Gómez Gonzalvo, 3-02-2017. Referencia 100