Antonio Morales, catedrático de Historia contemporánea, dice en su libro Historia de la nación y del nacionalismo español que la nación española puede desaparecer. Son multitud los Estados que lo han hecho a lo largo de la historia: Babilonia, Roma, Imperio Azteca, República de Venecia, etc. En cuanto a las naciones o pueblos que han salido de la historia son también centenares ¿dónde están los hunos, los cartagineses o los vikingos?
La caída de las estructuras políticas no las provoca la acción exterior sino la demolición interna. Si España desaparece como nación o como estado, no será por invasión o por conquista de sus enemigos exteriores porque cuando una nación se quiere suicidar no hay quien la detenga, es una constante en la historia. Y en España pasan cosas sorprendentes.
Tenemos un presidente de Gobierno gobernando en coalición con los que quieren romper España: separatistas catalanes y vascos, comunistas de Podemos y herederos de la ETA.
Recientemente los que estuvieron en la cárcel por un delito de sedición han dicho que “lo volverán a hacer” y Pedro Sánchez, para allanarles el camino, ha abolido de nuestro ordenamiento jurídico el delito de sedición.
Ante ETA ha claudicado. Después de asesinar a más de 1.000 personas y haber huido por causa del terrorismo más de 200.000 vascos, ETA está gobernando España y Bildu, el partido de la ETA, es el segundo en intención del voto en el País Vasco.
España, ahora mismo, es una nación muy frágil. Sánchez y sus socios pretenden la España federal para lo que necesita romperla, crear nuevos estados soberanos y unirlos. Quiere solucionar el problema de las autonomías con más autonomía.
¿Qué pasará? Algo parecido a lo que sucedió con la antigua Yugoslavia, con la Primera República o con los antiguos reinos de taifas en la España musulmana.
El problema no es Cataluña, no es el País vasco, es la izquierda que lleva medio siglo por lo menos despreciando y odiando a nuestra propia nación, que para ella es algo reaccionario, casposo y la identifican con el franquismo. Es la única nación del mundo en la que, donde tienen un idioma regional, prohíben el español. ¿Alguien se imagina que en Baviera, cuyo idioma local es el bávaro, los alemanes no pudieran estudiar en alemán?
Enrique Gómez Gonzalvo Actualizado 7-2-2022, Referencia 147
Enrique Gómez Gonzalvo 26–11–2016. Referencia 147
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Creo que plantear este tema en toda su crudeza aunque escandalice a muchos es absolutamente necesario, la posibilidad de que desaparezca la nación española y el Estado con el que se ha identificado desde hace más de 500 años, por las maquinaciones de unos irresponsables, a quienes, gracias al actual sistema político, se les ha dado un poder más allá de cualquier consideración racional o conveniente, sería un fracaso en el que quizá propio «demos» no resulte inocente, de una trascendencia histórica y social,sin antecedentes en la historia al menos de los últimos siglos, no solo para la península ibérica, sino que atravesará fronteras., Que nadie crea que ese hecho, de producirse, no repercutiría en el escenario europeo de una forma tan decisiva y negativa hasta el punto de firmar, tras la salida de Gran Bretaña, la sentencia que marcará el final del sueño europeo a medio plazo. España como reino, nación y ex «estado universal» no es una entelequia sino una parte constitutiva de esa nueva Europa. , Que la U.E. no crea que la estructuración de un mega estado europeo puede hacerse a base de alianzas regionales, prescindiendo de los estados tradicionales, el resultante es la anarquía, a la larga algo parecido a la feudalización durante la edad media. Desgraciadamente ese escenario es posible, y sorprende la falta de reacción e indiferencia de amplios sectores de España ante este hecho, incluso comprensión o colaboración con el mismo, nadie parece ser consciente de las consecuencias de dicho suicidio colectivo, Oscurecido por la escandalosa, sino culpable,falta de información veraz en los canales públicos de información, estamos, sin duda, en caso de materializarse esa secesión ante el fin de una era.
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