Tras la dictadura del General Franco se instauró en España un nuevo régimen, la Monarquía en la persona de Juan Carlos I. Se trata de una Monarquía constitucional, en la que la primera autoridad no es el rey sino la Constitución y el Estado se organizó en autonomías para resolver el problema de los nacionalismos.
Hoy España está en una situación muy difícil y el concepto mismo de nación está en entredicho. Muchos se avergüenzan del concepto España-nación, y dicen que “la nación española es un concepto discutido y discutible” o que España es “una nación de naciones” que nadie sabe lo que significa. La realidad es que somos la nación más antigua de Europa, que la identidad española se formó en tiempos de Roma y gracias a ello resistimos la invasión musulmana. España es mucho más que Franco y la bandera y el himno nacional no son símbolos franquistas, representan represen a la nación española.
Cataluña está en rebeldía frente al Estado. Odian el idioma español, no se puede estudiar en el idioma oficial del Estado, el castellano parlante está discriminado y no puede obtener un puesto de trabajo dependiente de la Generalidad o de muchos ayuntamientos.
Hay un poderoso frente independentista formado por la antigua Convergencia, Esquerra Republicana, Izquierda Unida y la dirección del Partido Socialista de Cataluña. Cuentan con el apoyo de gran parte de la jerarquía de la Iglesia católica.
La proclamación de la República catalana, como en el 31 hizo Maciá o en el 34 con Companys, se puede repetir en cualquier momento.
En el País Vasco, el Estado ha claudicado ante ETA. Después de asesinar a más de 1.000 personas y haber huido por causa del terrorismo más de 200.000 vascos, ETA ha entrado en las instituciones y hoy Bildu, el partido de la ETA, es el segundo en intención del voto en el País Vasco.
Los procesos independentistas de Cataluña y del País Vasco están inter relacionados como vasos comunicantes. Se alimentan y se apoyan mutuamente porque tienen en común el odio a España.
Puede seguirse el modelo belga. Cataluña no se separará nunca del resto de España pero, condenados a vivir juntos, se odiarán cada vez más.
Modelo URRS. Las autonomías se convierten en repúblicas independientes. A Cataluña le seguiría el País Vasco, Galicia, Canarias, País Valenciano, Andalucía y Aragón. Quedarían Madrid y las dos Castillas.
Modelo Yugoslavia. Análogo al anterior, pero con guerras y genocidios que produjeron 200.000 muertos.
Modelo Primera República. La república cantonal de Cartagena declara la guerra a Murcia.
Modelo Guerra Civil: golpe de Estado y nueva dictadura.
Modelo Venezuela. República bolivariana
Finalmente, enfrentamiento civil de la sociedad catalana, independentistas contra españolistas.
Algo es seguro, la secesión pacífica, ordenada y sin violencia no es posible salvo que España se ponga de rodillas.
Algunos creen que España, la nación más antigua de Europa, no puede desaparecer ¿Por qué? ¿No desapareció el Imperio romano que era más grande y duró más años?
Y todo esto ocurre cuando el mundo vive una situación fascinante que es la de la globalización con el lento desvanecimiento de las fronteras y la integración de las distintas culturas y tradiciones.
Enrique Gómez Gonzalvo, 3-09-2016 Referencia 80