FASCISMO Y FASCISTA

 

 

 

 

El significado de muchas palabras cambia a lo largo del tiempo. Es lo que ocurre con fascismo y fascista. La primera a veces se utiliza como  sinónimo de extrema derecha y ambas ideologías tienen muy poco en común. En cuanto a fascista, actualmente se usa como insulto. Cuando un progre quiere ofender a alguien  por ser de derechas, no le llama  liberal o conservador, le dice facha (abreviatura de fascista).

 

Tras la Revolución bolchevique de 1917 en Rusia, por toda Europa surgieron partidos comunistas y en algunos países procesos  revolucionarios, como fue el caso de España con la Revolución de Asturias de 1934. El sistema democrático estaba en crisis incluso en los países vencedores de la Primera Guerra Mundial (Francia, Reino Unido y EE UU). Ante esta situación se buscaba una tercera vía entre la democracia y el comunismo.

 

Benito Mussolini fundó un movimiento, el fascismo, que lo definió como socialismo nacionalista. Pero, ¿qué es el fascismo?

 

Es socialismo. Será una herejía del mismo, pero no por ello deja de ser socialista puesto que propugna la planificación económica y condena el libre mercado. Él mismo, Mussolini,  era el director de la revista Avui de carácter socialista.

 

Es nacionalismo. Así se declaró el fundador  tras terminar la Primera Guerra Mundial.

 

Es totalitario, como los movimientos  de Hitler y Stalin. Su lema era “todo en el estado, nada fuera del estado, nada contra el estado”.

 

Es autoritario como todas las dictaduras. La marcha sobre Roma fue una especie de toma del Palacio de Invierno, pero sin fusilar a los zares y conservando al rey como una pieza decorativa del régimen.

 

 Es anticomunista. Por ello, para detener a los bolcheviques, tanto Mussolini como más tarde Hitler, no dudaron en pactar con la derecha de intereses (finanzas, industria). Ambas formaciones consiguieron grandes éxitos económicos y por eso  Mussolini e Hitler  gozaron de mucho prestigio tanto entre sus compatriotas como en toda Europa.

 

Se acompañó de una parafernalia  de carácter intimidatorio, perfeccionada por Hitler y sus camisas pardas.  Consistía en marchas de  carácter paramilitar, banderas, uniformes, exaltación del líder, saludos levantando el brazo, gritos rituales, etc.

 

 Había una mezcla de autoritarismo, antiliberalismo, ultranacionalismo,  exaltación patriótica,  anticomunismo y populismo.

 

Con la extrema derecha sólo coincidieron  en la planificación económica, la autarquía y el odio al liberalismo, a los judíos y a los EE UU.

 

En España tuvo pocos seguidores, si exceptuamos a Jiménez Caballero, Ramiro Ledesma, Onésimo Redondo y pocos más.  Mención aparte merece José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange Española,  un fascismo muy especial y con escasa influencia en el régimen dictatorial del general Franco.

 

Enrique Gómez Gonzalvo, 17-04-1.916. Referencia 21

 

E.


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