La Ilustración ha sido el acontecimiento intelectual más importante surgido en Europa hasta la aparición del comunismo. Hija del Racionalismo del XVII, es un movimiento filosófico que surgió en el siglo XVIII, que pretendió terminar con el oscurantismo de la Edad Media, sustituyendo la religión por la razón. Por ella se le llamó al XVIII el Siglo de la Razón o el Siglo de las Luces y con ella comenzó la Edad Moderna.
Pero la Ilustración también tiene sus sombras. Es cierto que los clérigos del Medievo fueron sustituidos por los intelectuales, pero estos no serían los intérpretes de los dioses sino sus sustitutos. Ellos, como los clérigos, saben lo que tenemos que hacer, lo que nos conviene, pensarán por nosotros, educarán a nuestros hijos, organizarán nuestras vidas.
El paradigma fue Jean Jacobo Rousseau. En el Buen salvaje nos dirá que el hombre es bueno, pero que lo corrompe la sociedad por lo que combatiendo la ignorancia, la superstición y la tiranía, mediante la razón y la educación se crearía un hombre nuevo y un mundo feliz.
La nueva moralidad que surgió, se desarrolló sobre la base de la ley natural, influida por la moral estoica de la antigua Roma republicana.
Tras el fracaso de la Ilustración vino la Revolución francesa y las guerras napoleónicas y en el resto de Europa, los grandes reyes de la Ilustración María Teresa de Austria, Carlos III, Catalina la Grande, Federico II de Prusia, fueron seguidos de reyes reaccionarios. En España la Ilustración de Carlos III sufrió un retroceso con el despotismo de Carlos IV y su valido Godoy, seguido del rey felón Fernando VII.
Es cierto que fue un hito en la evolución de pensamiento, pero el gran error de la Ilustración fue creer en la bondad del hombre. Por eso fracasó. No pudo a través de la educación y la razón mejorar el comportamiento del ser humano.
De la Ilustración surgieron dos vías. Una liberal que es la que cree en los derechos individuales, frente a los colectivos, aunque esto ya lo había dicho el médico y filósofo inglés Locke John, nacido en 1632, conocido como el padre del liberalismo.
La otra vía fue la de tipo totalitario. Es la que cree que los derechos individuales no existen, lo fundamental son los derechos colectivos, la sociedad, el bien común. El individuo no cuenta, solo vale lo que es bueno para la sociedad, por ello se puede sacrificar una generación si ello es bueno para la sociedad. Para ello se precisa un estado fuerte, cuyo lema podría ser todo para el Estado, nada fuera del Estado.
Esta vía nos condujo al socialismo-comunismo y al fascismo-nazismo y los dos proyectos produjeron millones de muertos.
Enrique Gómez Gonzalvo. 26 de Febrero de 2016 (Referencia 88)